La disolución de una empresa es un proceso complejo. Hay muchas preguntas relacionadas con el tema que los empresarios se preguntan cuando se enfrentan a este desafío. Estas son algunas de las preguntas más frecuentes:
¿Cómo se puede disolver una empresa?
Aunque la disolución de una empresa puede ser complicada, hay varias formas en que esto se puede lograr. La disolución voluntaria significa que los propietarios están decidiendo cerrar la empresa por su cuenta. El otro tipo de disolución es la involuntaria, que significa que la empresa fue forzada a cerrar debido a factores externos, como el incumplimiento de obligaciones legales o la insolvencia.
¿Cuáles son los pasos para disolver una empresa?
Los pasos específicos para disolver una empresa dependen del tipo de entidad y de la jurisdicción en la que está registrada. En general, sin embargo, hay algunos pasos básicos comunes para todas las formas de disolución:
- Informar a todos los acreedores y otros interesados.
- Pagar todas las cuentas pendientes.
- Cancelar todos los permisos y licencias.
- Borrar el nombre de la compañía del registro comercial.
¿Qué pasa con los activos restantes luego de la disolución?
Una vez que una empresa ha sido disuelta, sus activos restantes deben ser distribuidos entre sus acreedores. Si quedan activos después de satisfacer todas las obligaciones financieras, estos se distribuirán entre los propietarios en proporción a su participación en la compañía. Si no quedan activos después del pago de todas las obligaciones financieras, no habrá nada para distribuir entre los propietarios.
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